En enero de 2025, el gobierno del Reino Unido suspendió la participación de 39 empresas de aislamiento en programas gubernamentales debido a prácticas de instalación deficientes. Esta medida se tomó tras numerosas quejas de propietarios sobre problemas como ventilación inadecuada y aislamiento expuesto, que provocaban problemas como humedad y moho. Estas deficiencias no solo comprometían la eficiencia energética de las viviendas, sino que también representaban riesgos para la salud de los residentes.
Las instalaciones afectadas formaban parte de iniciativas como la Obligación de las Empresas de Energía 4 (ECO4) y el Plan de Aislamiento Británico (GBIS), cuyo objetivo era mejorar la eficiencia energética en los hogares de todo el Reino Unido. Aproximadamente 65.000 hogares contaban con aislamiento de paredes sólidas instalado en virtud de estos programas desde 2022. Sin embargo, las inspecciones rutinarias realizadas por el organismo de calidad TrustMark revelaron casos generalizados de trabajos de baja calidad.
En respuesta, el gobierno ordenó a las empresas responsables que repararan las instalaciones defectuosas sin coste adicional para los propietarios. El regulador energético Ofgem ha sido encargado de supervisar las labores de remediación para garantizar una acción rápida y eficaz. La ministra de Consumo de Energía, Miatta Fahnbulleh, reconoció la gravedad del problema y aseguró a los hogares afectados que se están tomando medidas para abordar sus preocupaciones.
Este incidente subraya la importancia de una supervisión rigurosa y un control de calidad riguroso en los programas de eficiencia energética financiados por el gobierno. También destaca la necesidad de que los propietarios de viviendas sean precavidos al seleccionar contratistas para trabajos de aislamiento, asegurándose de elegir profesionales acreditados para proteger sus inversiones y su bienestar.